miércoles, 5 de febrero de 2014

A Milagros García Morales (Maestra jubilada), por Mario García García

Ha llegado el día de tu jubilación,
fecha esperada y anhelada,
dejas atrás tu labor de educación
y te sumerges en la vida regalada.

Hoy dices, Milagros, adiós a la enseñanza
tanto tiempo por ti impartida;
cesa el trabajo, al fin llega la holganza,
con aires de bonanza
se presenta ante ti, plácida vida.

Ya dejará de importarte
el timbre del despertador tan estridente,
ya no habrás de preocuparte
de acudir al colegio puntualmente.
Tu labor docente ha concluido
y aparece el descanso apetecido.

Eres una maestra jubilada,
ya ingresaste en esa magna cofradía,
entrada que te has ganado día a día
con muchos años de esfuerzo y de trabajo.

Seguro que sientes algo de añoranza
de tantos años, toda una vida,
dedicada a la enseñanza.
No es posible que de repente
te olvides de tus compañeros y alumnos,
y de sus numerosas pruebas de cariño.

Que tengas mucha salud para gozar
de esta merecida jubilación
que puntualmente acaba de llegar
viniendo claramente a compensar
muchos años de entrega en tu misión.
Es un premio a una vida laboral
que legalmente hoy  termina,
es una buena  y deseada propina
conveniente y mensual.

Mario García García
Después de más de treinta años de ser compañeros y amigos a partir de hoy ya sólo seremos AMIGOS.
¡Enhorabuena Milagros!